jueves, marzo 01, 2012

Paris por autopista A75 (Bourges y St.Guilhem-le-Dessert)

PARIS - BOURGES
ST.-GUILHEM-LE-DESSERT
LE LAC DE SALAGOU

¡Hola amigos! Ya sé que muchos de vosotros conoceis Paris pero, hoy os propongo hacer el viaje en vuestro coche, pasando por una autopista preciosa y... ¡casi toda gratis!
Como seguramente habeis pensado, me refiero a la autopista A-75, la que cruza la Región Central de Francia. Es la via más corta, más económica y más fluida entre Paris y el Mediterráneo. Como pasa por lugares de alta montaña, las vistas que ofrece son espléndidas y el viaje en sí se convierte en una experiencia inolvidable.
Como mi deseo es que disfruteis, os hago la propuesta de hacer una parada en el camino. Esta parada la hicimos en Bourges, una ciudad llena de historia y arte. Pasamos allí dos noches y el tercer dia llegamos a París. Aqui nos quedamos 3 noches y, a la vuelta, volvimos a pasar por la encantadora A-75 hasta St.Guillem-le-Dessert. Dos noches más para descansar y admirar este magnífico lugar y los alrededores y.... ¡vuelta a Barcelona!
Si os parece que este viaje es interesante para vosotros, seguid leyendo. Lo voy a contar con todo detalle y... ¡gracias por estar conmigo!

Todas las fotos de esta entrada se pueden ver a tamaño de pantalla con hacer "click" sobre ellas.

Bueno, ya sabeis lo que os digo siempre: Salid pronto y con el desayuno preparado si es que quereis parar en un "pique-nique" (que son estupendos).
Nosotros pasamos la frontera a las 8.45. Paramos en el área del Pais Catalán. Desayunamos y estiramos las piernas. Volvimos a la A-9. En el Km. 194 hay un desvio (Toulousse-Carcassone). Olvidadlo. Continuad por la A-9 dirección Montpellier-Narbonne. Pasamos Narbonne. A la salida 35 dejamos la A-9. Estamos en el Km. 165 y empezamos a ver letreros del próximo desvio. En el Km. 162 leemos: Clermond Ferrand-Millau (A-75). Pasamos por el peaje de Beziers y pagamos 10,70€. Entramos en la A-75. En la salida 59 (km. 310) hay un desvio para ir por carretera general (color verde). No teneís que cogerla.
Estamos atravesando las montañas de Le Caylar. Ya rodamos a más de 500m. de altitud. En el km. 248 se encuentra el área de Le Caylar. Hay restaurantes, tiendas de souvenirs, gasolineras y todo lo que podeis esperar de una gran área. También encontrareis mucho viento. Viento en casi todas las épocas del año ya que estamos a 754 m. de altitud.
En el Km. 239 se encuentra el área de Larzac. Es como la anterior pero con menos viento. Casi estamos llegando a Millau y pronto podreis contemplar el magnífico Viaducto. Inaugurado en Diciembre de 2004 y diseñado por el arquitecto inglés Norman Foster, ostenta el record del mundo de altura, con unos pilares de 343 metros.
Esta construcción franquea el valle del rio Tarn con una longitud de 2.460 metros. Tiene aspecto de velero y se ha convertido en una verdadera obra de arte: más de un millón de visitantes acuden cada año para admirarlo. Pero..¡ojo! No pareis el coche ni antes ni durante el cruce del Viaducto. Inmediatamente aparecerá un policia que te pondrá una buena multa. Tienes que term inar de cruzarlo y, pasada la cabina de peaje (algo más de 5€ con la última subida) encontrarás el área de descanso donde podrás aparcar el coche. Esta área está en un lugar bastante bajo y para poder fotografiarlo es bastante dificil. Las fotos que encontrarás en mi blog han sido tomadas siempre desde dentro del coche antes, mientras y después de cruzarlo (con el coche en marcha).
Pasado Massegros, a la izquierda, vereis un pueblecito de encanto situado sobre una loma: Severac le Chateau. Para quien quiera parar unos minutos, en el Km. 156 está el área de Marvejols, a 830 m. de altitud y bonitas vistas. A partir de aquí empezareis a sentir el ambiente de alta montaña. En el área de La Lozère la altitud es ya de 1.080 m.
Estamos en el área de Garabit, Km. 101. Entramos en el Parque Nacional de los Volcanes. Pasamos por St. Fluor, antigua capital de la Auvernia (ver en el blog "Una Semana en la Auvernia"). El paisaje, precioso. Pueblos encaramados sobre lomas. Molinos eólicos enormes entre un cielo increiblemente azúl: La Auvernia disfruta del aire más puro de Europa.
Dejamos Clermond-Ferrand y empiezan las indicaciones. Aquí vamos a cambiar de autopista. Debemos coger la A-71 dirección Paris. Fijaros en las indicaciones: Pone A-71 Paris - Riom. También hay otra que pone Bordeaux: Olvídala. Ésta no te interesa. Seguir siempre Paris-Riom y, sin apenas daros cuenta, os encontrareis dentro la A-71. Una mala noticia:aqui termina la autopista gratuita.
Enseguida encontrareis las cabinas de peaje y tendreis que recoger el ticket. Enseguida la indicación: Paris - Bourges. Esto quiere decir que pronto llegareis a vuestro primer destino. El verdor de la campiña impresiona.
Las altas montañas han desaparecido dejando paso a un paisaje ondulado y relajante. Como la A-71 es de peaje, las áreas de "pique-nique" se suceden sin parar, cada 3 ó 4 km. Estais aproximadamente en el Km. 248 y cruzais el rio Cher por un puente en forma de estrella. Dentro de 40 Km. estareis en Bourges.
Bourges se encuentra en la región de Berry, en pleno corazón de Francia. Es una ciudad hermosa y acogedora. No llega a los 100.000 habitantes y se puede ir a todas partes a pie. Con más de 2.000 años de historia, es célebre por su arquitectura y por su maravillosa Catedral, obra cumbre del arte gótico, declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1992. Bourges posée más de 400 casas construidas en "pan de bois" en su mayoría edificadas a finales del Siglo XV.
El futuro Carlos VII de Francia, de joven se refugió en esta ciudad y fué denominado el "pequeño rey de Bourges". Su hijo, Luís XI, nació en Bourges en 1423. Durante la edad media fué conocida como una de las capitales europeas de la alquimia. Jacques Coeur, banquero y prestamista del rey, fué uno de los ilustres que participó en la aventura de la alquimia.
Os aconsejo que, antes de empezar la visita a la ciudad, vayais a la Oficina de Turismo para que os den un plano señalizando los lugares más importantes a visitar. Está en la Rue Victor Hugo, 21, en pleno centro. Está abierta desde las 9 de la mañana y hasta las 5 en invierno ó las 6 en verano. Los domingos también abren en verano de 10 a 18 y en invierno de 14 a 17. Hay muchos restaurantes, pizzerias, y lugares diversos para comer en los alrededores.
La Catedral de Saint-Étienne es impresionante y única. La segunda más grande de Europa. Fué edificada en 1195. Posée 5 pórticos de doble puerta que corresponden exactamente a sus 5 naves. El pórtico central representa el Juicio Final. La puerta que da a la calle Trois Maillets es el lugar donde los agricultores dejaban su "aportación" al clero. El Rosetón es espléndido y consta de 24 secciones.
Las vidrieras de Saint-Étienne son verdaderas "historias de luz". Cada una se refiere a un tema diferente y hay que dedicar el tiempo suficiente para poder admirarlas una por una y captar toda la belleza de sus dibujos y colorido. Fueron construidas en el Siglo XIII y se pueden clasificar como las más bellas de Europa. A la derecha de la Catedral, el Palacio Episcopal y un Jardín a la Francesa.
Delante de la Catedral se puede coger un pequeño tren que pasa por toda la parte antigua de la ciudad. Os lo recomiendo, ya que podeis oir todas las explicaciones en un español perfecto gracias a unos auriculares muy funcionales. Las explicaciones son claras y concisas. Gracias a ellas sabreis que:
- El Incendio de la Magdalena, que arrasó Bourges durante 3 semanas, comenzó el 22 de Julio de 1487, día de Santa Magdalena. Se inicio en la rue des 3 Pommes.
- La rue Borbonnoux (antigua calle des Bonets Rouges en 1793), es la calle que posée más casas antiguas a "pan de bois". Datan del Siglo XV. Se reconstruyeron después del incendio de la Magdalena.
- En la Plaza Gordane y alrededores es donde encontrareis más Restaurantes y Pizzerias.
- La rue Casse-Cou une la ciudad baja con la románica.
- En la Place Mirebeau existía, en la antigüedad, un mercado de cerdos.
- La Iglesia de Nôtre-Dame es del Siglo XII y fué reconstruída después del incendio.
- La rue Jean Jaures, Siglo XIX, fue diseñada para unir la ciudad.
- En el Boulevard Gambetta era donde estaban las antiguas murallas de la ciudad.
- En la rue Gambon, 23-25 se encuentran 4 casas juntas bellamente restauradas.
- En el nº 19 de esta misma calle, está la casa de la Reina Blanca, en estado lastimoso. Cuando la construyeron tuvo que ser hermosísima. En las carcomidas columnas de madera aún puede adivinarse escenas religiosas, músicos con gaitas, etc.
- En la rue Nation, 4 se encuentra el edificio Salon de Victoria. Aún se pueden admirar los 16 medallones de su fachada.
El precioso Palacio Jacques Coeur, en la plaza del mismo nombre, data del Siglo XVI. Merece una visita. Llama la atención el diseño de sus habitaciones: modernas y cómodas, nada habitual en aquella época. En medio de la plaza, una estatua de Jacques Coeur, personaje muy influyente y polémico.
- Muy cerca, la Casa Forestine. La Confitería Forestines, en la planta baja haciendo esquina, fué la creadora de los famosos caramelos con almendras y avellanas.
- En la rue Palacete, 3 vivió el Mariscal Foch cuando estaba en Bourges.
- Aquí cerca está la calle que, en tiempo de los romanos, se llamaba la "Vía Media"
- En el nº 15 , de otra calle cerca de aquí que no recuerdo el nombre, vivió Juana de Arco después de la batalla en la que se proclamó Carlos VII rey de Francia.
- Estatua en bronce de Luís XI nacido en Bourges. Carlos VII, su padre, vivió en Bourges e hizo esta ciudad la capital de su reino.
- Los Museos Maurice Estève y Berry son gratuitos. Recordad que los martes y los domingos por la mañana están cerrados.
Un poco apartado del centro, por encima de la Catedral, encontrareis el Marais (Promenade des Remparts). Es una zona verde donde los pantanos de Yébre y de Voiselle crean unos canales laberínticos donde pequeñas casas con jardines familiares se dedican a la agricultura como muchos años atras. Esta parte de la ciudad fue clasificada, en 2003, como Monumento Natural. Si vais a pasear por este bonito lugar, tomad precauciones para no confundirse de camino. Todos parecen iguales y puede ser dificil encontrar la salida.
Como os he dicho antes, escuchar todas estas explicaciones mientras vas circulando con el pequeño tren y admirando lo que te indican es la mejor manera de contemplar esta maravilla de ciudad.
Ya os habreis dado cuenta que Bourges es una ciudad excepcional. Digna de verse y de recordarse. No obstante, tenemos que seguir con nuestro viaje. Próxima etapa: PARIS.
Aunque estamos muy cerca de Paris, es mejor salir temprano. La entrada a Paris puede ser traumática o muy fácil. Es conveniente preguntar en el Hotel, antes de salir, por cual puerta debeis entrar. Indicando la dirección del hotel que teneis reservado en París, os pueden dar, vía Internet, hojas con las indicaciones que vais a encontrar en el Peripheric. Siguiéndolas al pie de la letra se entra sin ningún problema. Los fines de semana son los mejores para visitar Paris. Primero porqué el Boulevard Periphèric, que siempre está taponado, en fin de semana se circula francamente bien. En segundo lugar, los hoteles en fin de semana son más económicos. Aseguraos de reservar un hotel que tenga parking. En el centro es casi imposible encontrar un lugar para dejar el coche. Otra opción es reservar un hotel en la periferia (hay muchos más con parking) pero que tenga la estación de metro bien cerca. De esta manera os podeis desplazar de maravilla y seguro que el hotel resulta mejor de precio.
¿Empezamos la aventura de llegar a Paris sin problemas? Salid de Bourges por la A-71. Pasareis por Vierzon hasta Orleans. Aquí coged la A-10. Al llegar cerca de París cambiad a la A-6. Muy cerca de París, ésta se desdobla en: 6-A y 6-B. Coged la 6-B y saldreis a la Porte d'Italie. Allí entrais en el Pheripheric.
Ya estamos en Paris. Seguramente habeis estado en esta bella ciudad en otras ocasiones y ya habreis visitado lo más típico pero, esta vez voy a sugerir algo diferente, algo más sofisticado.
- La Torre Eiffel, aparte de poder subir hasta la cumbre, ofrece al anochecer un juego de luces espectacular. Esperad a ver alguna estrella en el cielo y, cada hora en punto (9,10,11...) la Torre se llena de estrellas que parpadean sin cesar y te dejan con la boca abierta. Solamente dura unos minutos pero... ¡vale la pena la espera!
Si ya habeis subido en otras ocasiones a la Torre Effel, ¿porqué no probais esta vez de subir a la Torre Montparnasse? Aquí no vais a encontrar colas y es algo más económica. Hay billete reducido para los jóvenes entre 11 y 20 años. Los ascensores tardan un minuto para subir al piso 56.
Aquí se encuentra una gran terraza descubierta. Luego podeis subir hasta el piso 59. Está cerrado con grandes ventanales. Las vistas desde la cumbre son espectaculares: al estar situada más al centro de la capital, los monumentos más importantes pueden verse a la perfección.
También hay una hermosa perspectiva del cementerio de Montparnasse. Como no hay demasiada gente, os vais a sentir muy libres para ir contemplando todo lo que deseais ver y, como dicen los parisinos, tendreis la mejor vista de París ya que, desde su cumbre, no puede verse la Torre Montparnasse....
Escoged un buen día para subir. No espereis al último dia ya que entonces os puede pasar como nos pasó a nosotros: lloviznaba, había niebla y la visibilidad casi era nula pero... ¡nos íbamos a la mañana siguiente!
Bus: 28-58-82-91-92-95-96 y metro Montparnasse-Bienvenue, justo debajo de la torre.
Si vais a dar una vuelta en barco por el Sena (casi obligatorio cuando se está en París), en circunstancias de crisis como este año, es mejor que lo hagais durante el día. Con los recortes presupuestarios, los edificios de las márgenes del Sena están poco iluminados durante la noche y el recorrido no es tan espectacular como antes. Los puentes sí están todos iluminados peró, durante el día, se aprecia mucho más su belleza.
Ya que estamos hablando del Sena ¿porqué no ver el canal que le trae parte de su agua? El Canal de Saint-Martín es un canal, que parte del rio Ourcq, de 4,55 km. y acaba desenbocando en el Sena. Era el responsable, en la antigüedad, de abastecer de agua potable la ciudad. Fué inaugurado en 1825. La construcción del canal fue financiada mediante un nuevo impuesto al vino. Se compone de 9 esclusas y dos puentes giratorios. Aparte de traer el agua su función principal era el transporte de mercancías hasta el centro.
Hasta mediados del Siglo XX, la circulación por el canal de Saint-Martin era muy intensa. Hoy en día, el canal es solo otra de las muchas atracciones turísticas de la ciudad. Empieza en la Plaza de Stalingrad y acaba en la Bastille. Si quieres ir hasta aquí con el metro, lo mejor es bajar en Jaures. Solo una cosa negativa: vigilad los bolsos y las carteras. Es un lugar muy concurrido, hay lugares donde las calles se estrechan y hay muchos apretones.
Como estais en el este de París, no dejeis de dar un paseo por el Cementerio Père-Lachaise, el mayor espacio verde de la ciudad. Es uno de los cementerios más grandes (alrededor de 90 Hª) y más conocidos del mundo y, sin duda alguna, el más bonito y el que alberga más tumbas de personajes famosos. Pasear por sus avenidas y admirar sus obras de arte solo es comparable con la visita a un museo dentro de un parque. Aquí se encuentran enterradas celebridades como: Molière, La Fontaine, Oscar Wilde, Ives Montand, Frédéric Chopin, Eugène de la Croix, Isadora Duncan, Simone Signoret y otras muchas. Las más visitadas son, sin duda alguna, las de Abelardo y Eloisa y la de Oscar Wilde. La de Jim Morrison, el cantante de The Doors, también es muy famosa.
El nombre dado al cementerio es un homenaje a Françoise d'Aix de la Chaise, conocido como el Père la Chaise, que fue confesor del rey Luís XIV de Francia.
Tiene cinco entradas y, si quereis entrar por la Porte des Amandiers, hasta el metro tiene una parada apropiada para visitarlo: Père Lachaise y bus 61 y 69.
Otro lugar que no os podeis perder es el Institut du Monde Arabe. Es uno de los centros de arte y política más prestigiosos de Europa. Esta construcción es conocida por tener una pared curva que puede apreciarse si se mira al norte desde la margen del Sena. Tambiés es famoso por la tradición árabe de las celosías de vidrio y acero y por sus diafragmas, sensibles a la luz, que regulan la iluminación interior del edificio. Es el mejor lugar de París para contemplar Nôtre Dame.
La foto de la Basílica desde la terraza del Institut no tiene comparación con cualquier otra que puedas tomar desde otro lugar. Regalaros un poco de tiempo para disfrutar de esta terraza. Os aseguro que no os arrepentireis. Hay unos ascensores, gratuitos, para poder acceder a la misma. Cualquier cosa que deseis saber, no dudeis en preguntar. Hay muchas personas dentro del edificio que os indicarán lo que necesiteis saber con una amabilidad fuera de lo normal.
- París tiene muchas plazas: La Concorde, Charles Degaulle, etc. Pero hay una que me encanta. No dejo nunca de visitarla cada vez que voy a París. Es la Place des Vosgues. Se encuentra en el Marais, al este de la Bastille y cerca de la Cité. Es la más antigua y la más bonita de París. Se construyó en los espaciosos jardines del Hotel de Tournelles y ocupa una extensión perfectamente cuadrada, con rejas a su alrededor y varias fuentes en el centro. Es un conjunto arquitectónico impresionante. Se compone de 36 pabellones con sus correspondientes puertas en forma de arco. El rey Henri IV lo mandó construir en 1605 y en principio de llamó Place Royale. Era el lugar donde los nobles se batían en duelo.
En medio de la plaza el Cardenal Richelieu mandó construir una estatua de Luís XIII. En el Hôtel de Rohan-Guéménée vivió Victor Hugo. Se puede visitar el museo y es gratuito. También es gratuito el Museo Carnavalet. En esta plaza se encuentran las casas más caras de esta parte de la ciudad. Reservad un poco de tiempo para ir a contemplarla y pasear por sus calles antiguas y estrechas.
Entrad dentro del barrio judio por la rue des Rosiers: os gustará. Hay casas muy antiguas, con unos patios preciosos. Solo tiene unos 300 metros de largo y debe su nombre a que, en la antigüedad, estaba llena de rosales que se entramaban entre sus casas. No dejeis de comer un "falafel", típica comida judia. Hay 5 restaurantes que se disputan la autoría de hacer el mejor "falafel" del barrio. Aquí teneis la foto del que había más cola. No se si es el mejor pero sí es el más concurrido.
Dejamos el Marais y os propongo ir, si aún os queda tiempo, a la Basílica del Sacre Coeur, situada en lo alto de la colina del barrio de Montmartre. La primera piedra de esta importante edificación se colocó en 1875, pero no se consagró hasta que terminó la Primera Guerra Mundial, en 1919. Su construcción se inspira en la arquitectura romana y bizantina. Está rodeada de unos magníficos jardines.
Para llegar hasta la Basílica se puede tomar el funicular de Montmartre o subir a pie por las típicas calles de este precioso barrio y, luego, acceder hasta la entrada por las escalinatas. Descansar sentado en sus grandes escalones o en un banco del frondoso parque, admirando la Basílica, es una de las experiencias que no podeis dejar de repetir al volver a visitar la ciudad.
Al bajar, caminad un poco por el Boulevard de Clichy. Años atrás era la zona más visitada de París, con sus cabarets, sus salas de fiesta y su ambiente bohémio. Después fué degradándose poco a poco hasta ofrecer un aspecto lastimoso. Ahora lo están rehabilitando y empieza a coger algo del ambiente de antaño. El Moulin Rouge está radiante.
Creo que ya no os va a quedar tiempo para hacer nada más. No obstante, París tiene tantos lugares para pasear y tantas cosas para admirar que, aunque os quedarais un mes entero, no dejariais de ver cosas nuevas cada día.
Bueno, vamos a salir temprano de París porqué la salida también es un poco dificil. Tomar el Boulevard Périphérique hasta que encontreis un letrero que pone Nancy - Metz. Pasada la Puerta de Italia, encontrareis la A-6b. Pocos kilómetros después, la A-6 para llegar a la A-10 que os llevará hasta Orleans. Después la A-71 hasta Vierzon. Tomar dirección Clermont-Ferrand. A partir de aquí ya estareis en la A-75, la autopista gratuita. Seguidla hasta llegar a la salida 59: Cignac. Aquí tomareis la A-32 hasta llegar a Aniane. Después tomar la D-27 hasta St.-Jean-de-Fos. Si quereis visitar un poco este pueblo, es muy interesante. Esta construido en forma circular y es célebre desde el Siglo XV, por su actividad relacionada con la cerámica. A partir de aquí ya aparecen letreros anunciando St.-Guilhem-le-Dèsert.
Llegamos a Saint-Guilhem-le-Dèsert, pueblo enteramente medieval. Una "Grand Site de France" en el corazón del Valle del Hérault. La abadia de Gellone, del Siglo XI, junto con su cripta prerrománica y su claustro, son una auténtica maravilla. Es clasificada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El órgano histórico, construido en 1782 por el famoso J.P. Cavaillé, es uno de los mas magníficos testimonios del órgano clásico francés. En el museo de la Abadía pueden verse las reliquias de Saint-Guilhem y de la Verdadera Cruz, junto con antiguas esculturas del claustro.
El pueblo, situado sobre el Valle de Gellone, ofrece unas casas antiquísimas, con ventanas románicas o del renacimiento y con tejas quemadas por el sol. Callejuelas que serpentean por la colina y colgado de las puertas de las casas la "cardabelle", un cardo que anuncia la lluvia cuando su corazón se va cerrando. Hay flores por todos lados y no te cansas de admirar cada patio, cada rincón, cada portal...
En su preciosa plaza medieval se encuentra un sorprendente plátano, plantado en 1855. Es enorme y, alrededor de el, se despliega toda la vida de esta interesante plaza. El coche debeis dejarlo casi al final del pueblo, en un sitio habilitado como parking que funciona a la perfección.
A la vuelta, es imprescindible visitar el Lac de Salagou. Debeis volver a la autopista y tomar la dirección de Lodève (como si volvierais a París). Pasada la salida 57 y antes de llegar a la salida 56, encontrareis letreros que anuncian Le Lac de Salagou.
Este lago está situado al pie de las Cevennes y tiene una extensión de 750 hectáreas. Está rodeado de tierra argilosa muy rica en óxido de hierro. Por este motivo el paisaje presenta un rojo intenso y las rocas que lo rodean son de basalto. Este lago artificial fué creado en el año 1969 y es un lugar ideal para pasear, reposar y hacer picnic. Aún se pueden contemplar algunas casas antiguas que se salvaron cuando se construyó el lago. Al lado del lago hay un letrero con una leyenda que vale la pena leerla. Se refiere a una historia de amor entre una bella joven y un hombre solitario y feo. La tierra roja seria el resultado de la sangre vertida por él al pensar que ella le era infiel. Termina en tragedia pero es un relato largo e interesante.
Muy cerca de aqui se encuentra el Puente del Diablo. Tiene un ancho de 50 metros y se compone de dos arcos principales. Fué edificado entre 1028 y 1031 y está considerado como uno de los puentes medievales franceses más antiguos. Desde 1998 es clasificado Patrimonio Mundial de la Humanidad. También se le atribuye una leyenda: Guilhem y el diablo se pusieron de acuerdo para construirlo. Satán pidió el alma de la primera persona que lo cruzara. Guilhem hizo atravesar a su perro... El diablo, enfurecido, se hecho al rio, cavando "la sima negra". En periodos de crecida, el diablo despierta y se se llegan a oir sus alaridos.
Bueno, tendremos que dejar las leyendas y los paisajes y... ¡es hora de volver a casa! Si aún disponeis de tiempo, visitad Lodève. Es una pequeña ciudad de "Arte e Historia". Posée bastantes monumentos y su Museo Fleury es muy importante en toda la región. También hay varios hoteles y restaurantes.
Ahora, sólo teneis que tomar la A-75, seguir las indicaciones de Barcelona que ireis encontrando y, sin ningún problema, os encontrareis en "casita". Espero que hayais disfrutado de este viaje. Para más información sobre cualquier lugar de Francia, no dejeis de entrar en www.france-guide.com. Si quereis consultar conmigo sobre algún tema del viaje, no dudeis en enviarme un e-mail. Siempre trataré de solucionar cualquier pregunta que me hagais. Un fuerte abrazo y....¡hasta muy pronto!


Magda Navarro