viernes, septiembre 01, 2006

El Parque del Futuroscope. Viaje de vuelta

El Parque del Futuroscope
Viaje de vuelta





¡Hola de nuevo! ¿De acuerdo en hacer el viaje de vuelta por otro lado? Pues... ¡coche y carretera!

                (Si haces "clic" sobre cada foto, la verás nítida y a pantalla completa)

Al salir del hotel y llegar a la rotonda, ir dirección Poitiers. A 2 km. antes de llegar a Poitiers encontrareis paneles de dirección, seguir el indicador hacia Limoges, por la carretera nacional 147. Disfrutad de esta carretera porque parece que esté atravesando "el jardín del Edén". La vegetación es muy frondosa y se tiene la sensación de que se está dentro de un bosque que no va a terminarse nunca. Llegamos a Limoges y nos dirigimos hacia la Autopista A-20, dirección Toulousse. Al llegar a la salida 54, tomamos la carretera nacional 140 dirección Rocamadour. A la salida 54 se encuentra la ciudad medieval de Martel ("la ciudad de los 7 campanarios"). Si disponeis de un poco de tiempo, vale la pena visitarla. Con media hora podreis admirar un bello lugar que os transportará a tiempos remotos.


Entramos en Rocamadour. Es una pequeña población que no llega a los 900 habitantes, situada dentro del "Valle Tenebroso", en las gorges del rio Alzou. Maravillosamente organizado encima de un gran peñasco de más de 150 m. de altura, se encuentra el castillo, la torre y el campanario, ofreciendo una panorámica sobrecogedora del valle del rio Alzou. Ya en el siglo VI se adoraba a una virgen negra en la Parroquia de Santa María, cuyos milagros se relataban desde el inicio de siglo. El descubrimiento cerca de una humilde capilla, en el año 1166, del cuerpo milagrosamente conservado de un ermitaño al que dieron el nombre de Amadour (Amador del Peñón) dió un gran auge a la peregrinación dando lugar a la construcción, en un costado del peñasco, de 7 iglesias y un monasterio. En la parte de abajoa los pies del Santuario, empezó a formarse el pueblo. Se entra por la Puerta de St-Martial y tiene una sola calle. A derecha y a izquierda se pueden contemplar antiguas fortificaciones, puertas de casas antiguas, iglesias y varios hoteles. Una larga escalera de 216 peldaños permite llegar al templo de Notre-Dame, centro de la ciudad religiosa.


Hay un antiguo poema que describe mejor que nadie este impresionante lugar: "Las casas sobre el río, las iglesias sobre las casas, las rocas sobre las iglesias y el castillo sobre la roca..." El imponente acantilado te deja maravillado mientras que la ciudad suspendida entre tierra y cielo ofrece al visitante una imagen sorprendente, sobrecogedora. Desde el mirador se pueden hacer muy buenas fotos. Rocamadour y los santuarios se pueden ver iluminados, durante la noche, desde el domingo antes de Pascua hasta mediados de Noviembre. Para visitar todo el conjunto se puede ir hasta allí en coche, con un tren minúsculo o a pié. Como sea que vayas, Rocamadour es un paraje que no puede explicarse... ¡Hay que vivírlo!



















Dejamos Rocamadour y nos vamos a dirigir, por la carretera nacional que cruza bosques frondosos y valles impresionantes, hasta Cahors. Antes de entrar en la ciudad hay una zona donde podeis encontar una gran oferta hotelera. No obstante, siempre es mejor contactar con el Hotel unos días antes para poder hacer la reserva. De esta manera se viaja más tranquilo.



















La villa galorromana de Cahors se halla situada en un meandro del rio Lot. Esta ciudad tiene un encanto especial, con reminiscencias florentinas, conservando intactas las huellas de su rico pasado. Toda la parte medieval del pueblo es un laberinto de calles estrechísimas y de palacetes y edificios antiguos, casi todos muy bien conservados, que te transportan a una época muy lejana en el tiempo. Sus jardines en medio de las construcciones medievales hacen que pasearte por sus calles sea una experiencia única.
























Hay que visitar la catedral de Saint-Etienne, las termas galorromanas y, sobre todo, no perderse el Pont Valentré. Este puente medieval, con tres torres fortificadas y seis arcos con puntas agudas, es el único puente fortificado que se conserva en Francia. Pasear por el paseo que bordea el rio es muy agradable ya que da la sensación de estar en medio del campo, en plena naturaleza escuchando el murmullo del agua y respirando aire puro. Casi no te das cuenta de que, verdaderamente, estás en una próspera y hermosa ciudad. El clima, muy soleado y benigno, te ayudan a sentirte "como en casa". 
























Cerca del rio se puede encontrar, casi siempre, lugar para dejar el coche.
Si eres amante del buen vino, Cahors y su región posee las viñas más antiguas de Francia y sus vinos, con denominación de origen, han sido apreciados desde la antiguedad. Se cuenta que los zares de Rusia bebian vino de Cahors en las grandes ocasiones.
Esta es la última etapa del viaje. Ya ha llegado el momento de regresar a casa. Llegamos hasta Toulousse y, desde aqui a nuestro destino, solo hay que seguir las indicaciones de los paneles : Barcelone.
Espero que os haya gustado este viaje. Me gustaría saber vuestra opinión referente al mismo. Al final de la pagina encontrareis un lugar para comentarios que, automaticamente, llegan a mi correo electrónico. Os agradeceré cualquier sugerencia que ayude a hacer estas páginas más sugestivas y agradables. No olvideis de volver a este "blogg". El próximo viaje será a L'Auvergne (tierra de grandes espacios y volcanes).
Podeis encontrar información sobre el país vecino en www.franceguide.com. Os será de mucha utilidad.
Un abrazo para todos

Magda Navarro